Contamos aquí la travesía del Juglar de Quequén en busca de su alma gemela, Diana, quien para llegar a ella deberá cruzar peligrosas aguas hasta una remota Isla. Ningún viaje puede realizarse sin ayuda: el Holandés Errante le prestará su barco pirata para vencer todos los infortunios, la presencia de los habitantes del mar le recordarán la importancia de la fauna marina y los niños y sus familias ayudarán a superar toda clase de obstáculos.
Todo esta odisea de música en vivo, retablos móviles, amor y aventura nos hace entender la importancia de los demás y el encuentro con las personas para el crecimiento personal.